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¿Por qué los perros tienen buen olfato?
El olfato del perro, es el sentido más desarrollado que posee, siendo 10.000 veces más sensible que su gusto. El perro puede percibir miles de olores que al ser humano pasan desapercibidos.
La nariz del perro
La nariz del perro cuenta con más de 200 millones de receptores olfativos en comparación a los 5 millones que poseemos los seres humanos, es decir que multiplican por 40 las capacidades del hombre en este aspecto.
#MascoTip: Una idea clara y palpable de hasta qué punto el perro puede percibir, recibir y distinguir distintos olores, lo vemos desde su nacimiento cuando de pequeños los cachorros se guían por el olor para llegar a las mamas de la madre, logrando reconocer e identificar perfectamente a cada uno de sus hermanos.
El olfato del perro
- Los perros extraen olores del aire. Los perros poseen un órgano vomeronasal desarrollado que está situado por detrás de la mucosa olfatoria y se comunica con la cavidad bucal. Este órgano, les permite extraer olores en el aire de sustancias lamidas o ingeridas mediante la disolución de éstas en la saliva y transportarlas al órgano vomeronasal para su procesamiento.
- Los olores, ayudan a los perros a orientarse y comunicarse; a través de ellos pueden incluso percibir el estado de ánimo de las personas.
- El perro logra reconocer objetos y personas, de forma precisa, por medio de su olfato; por ejemplo, si tiramos una pelota a gran distancia, y cae en una pileta llena de pelotas iguales, el perro logrará reconocer cuál es la pelota que arrojamos, guiándose por el resto de sudor que ha permanecido en ella, esto es prueba de su gran capacidad olfativa.
- El perro posee receptores olfatorios situados en una región especializada de la mucosa nasal llamada mucosa olfativa, siendo esta memoria olfativa la que convierte al perro en un excelente rastreador, pudiendo recordar objetos, personas, lugares u otros animales, no solo por su imagen, sino por su olor.
Esta gran capacidad olfativa del perro es aprovechada desde hace mucho tiempo por el hombre, usándolos para el rescate, detección de drogas y explosivos. No es de extrañar, a pesar de los grandes avances tecnológicos, que el humano no a sido capaz de fabricar un aparato que tenga la misma capacidad para percibir, clasificar y distinguir olores que un perro.