noviembre
Pirotecnia: Calmar a tu perro durante los fuegos artificiales
Calmar a tu perro durante los fuegos artificiales parece una tarea imposible. Además podemos notar su desesperación y nos sentimos mal por no poder explicarle lo que sucede.
Algunos perros no tienen problema alguno con los fuegos artificiales, ni con su fuerte sonido. Pero, por lo general, se trata de aquellos que se han des sensibilizado. Sin embargo, la mayoría no están acostumbrados a este tipo de cosas.
Por esta razón las épocas decembrinas, las fiestas de navidad y año nuevo, Pueden ser una real tortura para los perritos de la casa. Existe un gran número de canes que huye de sus hogares en estas fechas de celebración, todo por el miedo a la pirotecnia. Así que, tenemos que tomar las precauciones necesarias para garantizar su seguridad.
Lo que para nosotros no es más que un ruido fuerte para ellos es algo terrorífico y ensordecedor.
¿Por qué sucede esto?
Es normal que los perros sientan miedo ante ruidos estruendosos. Los sonidos desencadenan los sistemas nerviosos de los canes. Esto puede conseguir que el perro se sienta ansioso o asustado. Y, por supuesto, lo natural sería huir del gran ruido.
El oído es el segundo sentido más desarrollado del perro. El primero es el olfato.
El perro posee unos pabellones auditivos muy grandes y una gran capacidad de orientación para buscar el origen del sonido. Gracias a esto obtienen una percepción muy elevada de los sonidos, siendo capaces de distinguir incluso sonidos muy leves y lejanos con facilidad.
Los perros experimentan el mundo a través de sus sentidos. Por lo que es posible que algunas celebraciones con fuegos artificiales sean abrumadoras.
El oído del perro
El oído del perro es más sensible que el de lo humanos. El alcance auditivo del perro es de 10,000 a 50,000 Hz y el del ser humano es de 16,000 a 20.000 Hz. De esta forma, pueden captar sonidos imperceptibles para el ser humano como la caída de un alfiler o los emitidos por los murciélagos y las ratas, al igual que, sonidos débiles a una distancia entre 4 y 5 metros mayor que un ser humano.
Los silbatos usados para el adiestramiento canino emiten sonidos entre los 20,000 Hz y los 50,000 Hz. Su oído, por ser cuatro veces más refinado que el nuestro, puede registrar hasta 35,000 vibraciones por segundo. Tienen 17 músculos para mover las orejas, mientras que los humanos tenemos 9 y la mayoría solo puede mover uno o dos.
Así que, los sonidos producidos por fuegos artificiales, al ser escuchados los perros, pueden afectarlos de tal manera, que la experiencia se convierta traumática. y afectarlo de tal manera que se convierte resultar en una experiencia traumática.
¿Qué puede ocurrirle? Alteraciones de conducta y síntomas
Los perros sufren claros síntomas de estrés al estar sometidos a estallidos. Es probable que se ponga muy nervioso y actúe de forma destructiva dentro de la casa. En especial, si se encuentra solo.
El temor a los ruidos fuertes es una de las causas más comunes de conductas indisciplinadas en el perro, tales como arañazos, mordidas, destrozo de muebles y paredes, así como, auto-traumatismos ocasionados al correr, lanzarse por ventanas, terrazas y balcones, atravesar vidrios o cercas y, en algunos casos, hasta rejas.
No debemos subestimar el miedo que desarrollan nuestros perros a los ruidos intensos pues esto les puede ocasionar graves alteraciones de salud: desequilibrios emocionales, depresiones y estrés.
La exposición más o menos prolongada a sonidos fuertes, puede acarrear una serie de consecuencias negativas para la salud del oído de nuestro perro. Esto puede matar células sensoriales que se encuentran allí. Dichas células no se regeneran, lo que ocasionaría severas discapacidades auditivas. Bajo la exposición constante, puede llegarse a la pérdida completa de la audición.
Entre las consecuencias visibles podrás observar:
- Taquicardia.
- Temblores.
- Falta de aire.
- Náuseas.
- Aturdimiento.
- Sensación de irrealidad.
- Insuficiencia respiratoria
- Pérdida de control de esfínteres.
- Angustia.
- Ataques de pánico (miedo a morir).
- Gemidos y ladridos.
- Babeo.
- Desespero.
Nuestras recomendaciones
Prepárate
Si puedes, lleva a tu perro a un lugar donde no hayan fuegos artificiales. Puede ser una casa de un amigo o familiar. Otra opción sería dejalo en una guardería para perros que ya sea familiar para él. Si no es un lugar al que esté acostumbrado, llévalo varias veces antes de la fecha. De modo que, no será una sorpresa cuando lo lleves una vez más.
Lo más importante es estar pendiente de tu perro durante los fuegos artificiales. También es importante que estén identificados correctamente, en caso de que escape.
Comodidad
Si no puedes llevar a tu perro a un lugar libre de fuegos artificiales, entonces, prepara su kennel en casa. Así, cuando empiecen las detonaciones, se sentirá seguro entrando en él. Si por algun raazón no estsrás en tu casa, contacta a alguien que pueda cuidarlo por ti. Así se sentirá acompañado y podrá salir al baño cada cuatro horas aproximadamente.
Aclimatación
La mejor forma de preparar a tu perro para los fuegos artificiales es asegurarse que se sienta cómodo con el sonido en primer lugar. Es un proceso simple, pero toma tiempo.
Unos tres o cuatro meses antes empieza a ponerle una grabación del sonido de los fuegos artificiales antes de comer, de salir a pasear y antes de jugar con él. Cada vez puedes ir aumentando el volumen. Esto lo acondicionará. Asociará el sonido con algo positivo.
¿Sedantes?
Lo más importante es consultar al veterinario para que valore si es conveniente recurrir a los sedantes o no. Es importante ya que debe observar el peso, la raza, la edad y primordialmente su estado de salud actual. En la mayoría de los casos, cuando el veterinario receta sedantes, prescribe gotas. La presentación comercial es la más común, pero también puede recetar tabletas, suspensiones o hasta inyecciones.
También existen tranquilizantes naturales que pudieran resultar menos invasivos. Cualquier medicamento o droga que se le ofrezca a nuestro perro para tranquilizarlo y disminuir su nivel de excitación debe ser supervisada por su médico veterinario.
Si vas a presentarle a tu perro alguna ayuda para relajarlo debes presentarle la herramienta en el momento indicado. De esta forma, el perro podrá reconocer que es para traerlo a un estado de calma. Esto significa, que debes llevarlo a ese estado de calma antes de introducirle la herramienta. Todo esto, antes de que inicien los fuegos artificiales.
Si el nivel de ansiedad del perro está en 8 o 9, su estado mental pasará por alto el medicamento.
Espacio
Si el perro queda solo en casa es aconsejable dejarlo donde se sienta cómodo con las persianas o cortinas bajas que lo alejen de las luces de la pirotecnia. Es importante cuidar que esté en un lugar libre de vidrios, sin superficies cortantes, con suficiente alimento y agua. Si puedes deja la puerta cerrada, juguetes que puedan morder y dentro de lo posible, artefactos eléctricos encendidos que produzcan un ruido conocido por la mascota. Por ejemplo: una televisión, radio o ventilador, que disimule el sonido de los fuegos artificiales.
Comunicación
Mientras lo humanos nos comunicamos a través del lenguaje y la palabra, los perros se comunicsan a través de energías. Por esta razón, buscarán al líder de su manada por pistas sobre cómo comportarse. Si no te ves alterado, aprenderá a no estar preocupado.
En cualquier caso, lo mejor será que gastes la energía de tu perro primero. Llévalo a una caminata larga y cánsalo para luego ponerlo en un estado de calma.
No lo castigues, no es su culpa
Si observas que tu perro ladra, aúlla o se queja trata de entender que es una situación demasiado estresante para él. Acarícialo con mucho amor y cariño. Eso bajará su nivel de estrés y lo hará sentirse cómodo y seguro. Regañarlo en ese momento será inútil y solo aumentará su angustia y nerviosismo.