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Mucho cariño al perro – ¿Es bueno o malo?
Darle cariño, o no, al perro, se ha convertido en un tema a discutir. En años recientes, se ha ido formando una peligrosa matriz de opinión. Ésta pretende culpar el excesivo amor que muestra la familia humana por el perro, como el causante de los problemas de comportamiento que pueda presentar.
En mi opinión, estos señores toman el asunto a la ligera y declaran culpables a las manifestaciones de cariño. No se percatan que la mayoría de estos problemas podrían deberse en gran medida a fallas durante el periodo crítico de socialización del cachorro y en menor medida a causas genéticas.
El liderazgo
Con este movimiento del «liderazgo», donde el perro ocupa el nivel inferior dentro de la estructura jerárquica de la manada, muchas personas han dejado de ser cariñosos con él.
Se han transformado en toscos y muchas veces violentos con el perro. Han utilizado la fuerza física para dominarlo, le han perdido el más mínimo signo de respeto y consideración.
Medidas Extremas Innecesarias
En algunos casos, algunas personas y adiestradores incluso se han valido de collares de ahorque y de collares de púas para exigirle al perro que camine como un robot a su lado. Cualquier manifestación lógica, elemental o comprensible, como lo sería gruñir para proteger su plato de comida, la ven como un acto de rebeldía o un reto al liderazgo. Por razones como esta, lo han puesto patas arriba y le han tomado por el cuello con tanta fuerza que el pobre perro queda en estado de shock por unos momentos, haciendo parecer que el escarmiento ha funcionado, pero lamentablemente no ha sido así.
Lo único que logran es crear un enorme espiral de miedo y agresión que más temprano que tarde les cobrará.
#Mascotip: El liderazgo de la manada no puede ser visto jamás como un medio para someter al perro de manera violenta, maltratarlo o humillarlo.
Quien utilice collares eléctricos, de púas o de ahorque para «educar», «entrenar» o «adiestrar» al perro es un «torturador». Se conocen métodos altamente efectivos y cien por ciento positivos para lograrlo.
Tú puedes ser líder de manera pacífica, teniendo sabiamente el control de la comida, del paseo y del juego. Dándole mucho cariño en el momento correcto, manteniendo la calma, y mostrándote seguro en situaciones que representen peligros aparentes para él.
Educar con cariño
Puedes educar al perro dándole mucho cariño cuando realice buenos comportamientos. El refuerzo positivo aumentará la probabilidad de que el buen comportamiento se repita en el futuro.
Recompénsalo: Cuando el perro se siente, se quede quieto, venga cuando le llames, haga sus necesidades en el sitio correcto, ni esté tranquilo en la sala de espera del consultorio veterinario debemos premiarlo. Esto está comprobado por la ciencia. Una máxima de la teoría del aprendizaje es premiar lo bueno para que se repita en el futuro.
¿Cómo corregir el mal comportamiento?
Hasta el momento solo te he dicho que los comportamientos buenos deben premiarse. ¿Qué hacer con los que consideramos malos? ¿Qué hacer cuando el perro le salta encima a la gente, no viene cuando le llamas, no hace sus necesidades en los sitios indicados, o está nervioso en la sala de espera del consultorio veterinario?
La respuesta es muy sencilla: ignorar. Si no les prestamos atención a estos malos comportamientos, con el tiempo, por falta de refuerzo, tenderán a extinguirse.
Te invito a salvar la relación de amistad que tenemos con los perros, a honrar su amor y fidelidad, transformándote en un líder gentil, bondadoso, justo, honesto y equilibrado, capaz de premiar con mucho cariño los buenos comportamientos y de ignorar sin ningún tipo de miramientos aquellos que se consideran malos.
Por: Carlos Betancourt – El Hombre que Escucha a los Perros