23
abril

EL PROBLEMA NO ES LA RAZA

Por: Judith Hernández / @providaunimet  

El problema es la educación que des a tu perro.

 

Si bien es cierto que cada raza y sus mezclas tiene ciertas características físicas innegables (unos tienen una mandíbula más grande y fuerte que otros, otros tienen mayor agilidad, otros más fuerza física, etc.) el comportamiento de todo perro es un reflejo de la educación que le de su familia humana.

 

Por ejemplo, cachorros con una marcada conducta para convertirse en perros alfa extremadamente dominantes si son bien socializados en su etapa crítica de crecimiento, si se les enseña muy bien a inhibir su mordida, si reciben la atención y actividad física adecuadas se convierten en perros adultos adorables y no en perros adultos agresivos, potencialmente peligrosos.

 

¿Por qué entonces hay historias terribles de ataques, mordidas de perros? Existen varias razones pero sólo nombraré algunas de las que conducen a perros agresivos y ansiosos. La agresividad existe en algunos perros (perros y no razas en particular) y esto se observa desde temprana edad.  Si sabemos canalizar positivamente su crianza, extinguimos en gran medida el comportamiento agresivo del perro (sumado, por supuesto, a su esterilización).

 

No obstante, muchas personas consideran que el perro debe ser agresivo “para que cuide y defienda”, características que definen per se al perro. Para esto le dan dulce (papelón, por ejemplo) que le provoca caries convirtiéndolo en un perro bravo (¿quién no se pone de mal humor con un dolor de muelas perenne?); lo mantienen amarrado día y noche (esto es violencia pasiva) a veces sin siquiera tener un techo para protegerse de la lluvia y el sol; lo enseñan a golpes; no lo socializan ni con humanos ni con los de su especie, en pocas palabras olvidan que el perro es un ser vivo … 

 

La ansiedad no es propia de los perros (aunque muchos perros la padecen), ésta es una emoción humana. El miedo, por el contrario, es una emoción primaria que comparten muchas especies pues ayuda a la supervivencia. El perro, en tanto animal de manada, busca siempre estar con nosotros y esto hace que nosotros, tristemente, alimentamos nuestro hiperapego en nuestro afán de retribuir ese amor incondicional que nos dan los perros, convirtiendo a nuestro mejor y más fiel amigo en un perro ansioso.

 

La ansiedad puede manifestarse como miedo con tristes consecuencias en la conducta del perro como por ejemplo:

la agresividad por miedo. En ambos problemas de conducta el perro se convierte (lo convertimos) en lo que injustamente definiríamos en términos humanos como un “inadaptado social” y toda esa mala educación que recibió se convierte en un boomerang que arrastra vidas: humanas y caninas.

 

Si entendiéramos al perro desde su mundo de seguro no sólo nuestros perros serían más felices sino que nosotros los humanos seríamos más humanos.  

 

Judith Hernández

Entrenadora certificada y asesora en comportamiento canino,

Presidente de Provida Animal.

0414-1369975  judithhernandez@hotmail.com

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