26
noviembre

Pelea de perros: ¿qué hacer cuando pelean? ¿cómo puedo separarlos?

Una pelea de perros siempre causa tensión. Muchas veces las personas no saben cómo proceder ante una situación como esta. A lo largo de los años he visto muchos perros y he estudiado detenidamente su comportamiento. Una de las cosas que más me llama la atención y que me preocupa enormemente son los casos de agresividad, ya sea contra humanos, perros u otros animales.

La gravedad de estos casos radica en que se pone en peligro, tanto la integridad física de los involucrados, como su vida misma. Por esta razón, cada caso debe ser tratado de manera particular y por un especialista en la materia.

 

La agresividad


Los casos de agresividad son más frecuentes de lo que podrían imaginarse y no hay distinción de raza, edad o sexo.

La mayoría de las personas etiqueta a razas como el Pit Bull, Chow Chow, Cocker, Doberman, Chihuahua….entre otros, pero esto es injusto. Muchos, y me incluyo,  conocemos ejemplares de estas razas que son sociables y bien equilibrados.

 

 

Apartando los problemas orgánicos o genéticos, la agresividad se produce por la combinación de los siguientes factores: una socialización deficiente o nula, un manejo inadecuado del perro en su etapa inicial y por la ignorancia de la familia humana respecto al perro y su comportamiento. De este modo, la familia, con sus acciones u omisiones, la mayoría de las veces sin saberlo, potencian ella agresividad a niveles extremos.

Lo ideal es evitar a toda costa que se produzca una pelea de perros. No importa si es entre miembros de una misma manada (familia) o con perros de una manada diferente. Pero, sin duda alguna, cuando esta se produce,  hay que tomar acciones.

 

Recomendaciones al intervenir una pelea de perros


• Mantengan el control de sus emociones

 

 

Eviten a toda costa gritar con histeria durante una pelea de perros. Sus gritos serán traducidos por el perro en ese momento como vítores, alabanzas y  aprobación. Esto solo conseguirá aumentar su agresividad.

 

• No actúen de forma violenta

 

No actúen con violencia. Bajo ninguna circunstancia le caigan a golpes de ningún tipo a los perros durante la pelea. Posiblemente sea mayor el daño que ustedes le ocasionen  que él, que el resultante de la pelea en sí.

 

•  Eviten introducir sus manos en la boca o sujetar su collar

 

 

No metan sus manos en la boca de los perros, ni los sujeten por el collar. Podrían sin querer, cegados por el furor de la pelea, morderles con tal fuerza que saldrían ustedes lesionados. He sabido de personas cuyos dedos han sido amputados por la mordida de un perro al tratar de separar una pelea.

•   Sujeten las patas traseras

 

 

Si son dos personas, o más, las que se encuentran presentes en el momento, sujeten fuertemente por las patas traseras a cada uno de los perros involucrados.

Si están enganchados NO halen, ya que podrían desgarrarse algunas partes sujetas por la mordida.

Espere que cualquiera de los perros al tratar de afianzar la mordida abra la boca y se suelte. Ese  será el momento de halar y llevarse arrastrados por las patas traseras a cada uno de los perros.

Al sostener los perros por las patas traseras, aún sueltos y tirando dentelladas, será casi imposible que le pueda morder, ya que se les dificulta llegar  con sus dientes hasta ustedes y no tendrán equilibrio para moverse con facilidad.

 

•  En caso de estar solo

 

 

Si se encuentra solo al momento de una pelea de perros, pida ayuda a otras personas. Si nadie viene en su ayuda y le toca intervenir,  sujete fuertemente al perro que tenga mayor probabilidad de hacerle daño al otro y proceda como en el caso anterior.

En caso de que ambos perros tengan igual probabilidad de hacerse daño, sujete al que menos le obedezca. De este modo, podrá decirle al que supuestamente le obedece que se quede tranquilo o que se retire.

Los niños y adolescentes deben pedir ayuda a personas adultas y jamás involucrarse en una pelea de perros.

Mi deseo es que nunca hayan peleas de perros. Sin embargo, mientras no tomemos conciencia de la importancia de nuestra educación, de la socialización y el manejo del cachorro seguirán ocurriendo estos tristes acontecimientos. ¡Toma conciencia!

 


Por: Carlos Betancourt – El hombre que escucha a los perros

Columna Carlos Betancourt

 

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